En el caso de la mujer, la cirugía íntima se realiza con el propósito de corregir el aspecto de los genitales femeninos, mejorar el tono muscular vaginal, así como disminuir el diámetro interno y externo de la vagina. Esta intervención se realiza mediante diversos procedimientos como la labioplastia o ninfoplastia, y el estrechamiento del canal de la vagina.

La labioplastia consiste en hacer una reducción de los labios menores hipertróficos (demasiado desarrollados) o colgantes, ya que en ocasiones, el tamaño de éstos puede producir incomodidades además de afectar al aspecto.

El estrechamiento del canal vaginal se realiza cuando la vagina ha sufrido un ensanchamiento debido al paso de los años.

En el caso del hombre, la cirugía íntima ayuda a recuperar o corregir la proporción y armonía entre las diferentes partes de los órganos genitales. Existen diferentes técnicas quirúrgicas dirigidas tanto a personas sanas con deseos de mejorar su aspecto externo como para reparar las consecuencias de alguna malformación de nacimiento o de patologías adquiridas, las derivadas de mutilaciones accidentales, aquellas que tienen su causa en una enfermedad tumoral o los resultados indeseables de intervenciones previas.