Aumento de Pecho
Tiempo de recuperación 1-6 semanas
El aumento mamario, o el popular aumento de pecho es un procedimiento quirúrgico para mejorar el tamaño y la forma del pecho de la mujer. Si quieres mejorar tu silueta o corregir algún defecto de asimetría, ponerte en manos del Dr. Lara Montenegro es la solución.
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El aumento de pecho, técnicamente conocido como mamoplastia de aumento, es un procedimiento quirúrgico para mejorar el tamaño y la forma del pecho de la mujer en las siguientes situaciones: – para mejorar la silueta de la mujer que piensa que sus pechos son demasiado pequeños, – para corregir la reducción del pecho que se produce tras algunos embarazos para corregir una diferencia de tamaño entre ambas mamas como un procedimiento reconstructivo.
Tras la cirugía de la mama es posible aumentar el tamaño del pecho una o varias tallas mediante la introducción de una prótesis debajo de la mama.
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Preguntas frecuentes
Los candidatos ideales para someterse a una cirugía de mamas son aquellas personas sanas, emocionalmente estables que comprenden los resultados que se pueden obtener tras la cirugía.
Muchas mujeres desean un aumento tras un embarazo o una lactancia que ha dejado vacío y caído el pecho. Aunque no existe riego de que el aumento altere futuros embarazos, sí debe saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras un nuevo embarazo.
Durante la primera consulta, el cirujano plástico evaluará el tamaño y la forma de las mamas, la firmeza de la piel y su estado general de salud. Se realizará además una exploración de mamas y en algunos casos se solicitará un estudio mamográfico.
Se le explicarán las distintas técnicas quirúrgicas. Se discutirá el tamaño y la forma que tendrán su mamas y las opciones o la combinación de procedimientos que sean mejor para usted. Debe exponer sus expectativas de manera sincera y franca, para que el cirujano plástico sea también franco y le muestre las alternativas disponibles para su problema, con los riesgos y limitaciones de cada una de ellas.
También se le explicará cuál es el tipo de anestesia que se empleará, la necesidad o no de ingresar en la clínica donde se realice la cirugía y los costes de la intervención. El aumento mamario con fines estéticos no está incluida dentro del catálogo de prestaciones de la Seguridad Social; no obstante, la asimetría mamaria importante y la reconstrucción tras cirugía por tumores de mama sí lo están.
No olvide contar si es fumadora o toma alguna medicación o vitamina, el número de embarazos previos y si piensa volver a quedarse embarazada o dar de mamar. No dude en preguntar cualquier cuestión que se plantee, especialmente aquellas relacionadas con sus expectativas sobre los resultados.
La cirugía de mamas se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente. La cirugía de aumento mamario se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación.
Algunos casos muy determinados se pueden realizar bajo anestesia local más sedación. El aumento mamario se realiza a través de una pequeña incisión que se coloca, dependiendo de la anatomía del paciente y de las preferencias de su cirujano plástico, alrededor de la areola, en el surco bajo el pecho o en la axila.
La incisión se diseña para que la cicatriz resultante sea casi invisible. A través de esta incisión se levanta el tejido mamario, se crea un bolsillo y se coloca la prótesis, directamente debajo del tejido mamario o debajo del músculo pectoral. Se colocan unos tubos de drenaje que se retirarán en unos días y un apósito o un vendaje sobre las mamas. El procedimiento dura entre 1 y 2 horas.
Tras la cirugía de mamas es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita por su cirujano plástico, aunque las mamas pueden doler un par de semanas.
El vendaje o los apósitos serán retirados en unos días, siendo sustituidos por un sujetador especial, que deberá llevar de la manera que le indique su cirujano. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas. Los puntos se retiran entre los 7 y 14 días; el edema no cede completamente hasta las 3 ó 6 semanas.
Tras un aumento mamario podrá volver al trabajo en pocos días, dependiendo de la actividad que realice. Siga las instrucciones de su cirujano acerca de qué ejercicios puede realizar; se evitará levantar objetos por encima de la cabeza durante 2 a 3 semanas. Sus mamas estarán más sensibles de lo normal durante 2 a 3 semanas, por lo que puede ser conveniente evitar un contacto físico excesivo hasta las 3 ó 4 semanas.
Al principio las cicatrices estarán rosadas, aspecto que mejorará continuamente desde las 6 semanas. Los controles mamográficos apropiados para cada mujer según su edad pueden seguir realizándose, aunque se debe advertir la existencia de la prótesis. La operación no limitará su capacidad para dar de mamar si se queda embarazada.
La cirugía de aumento mamario es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico cualificado. Sin embargo, como en cualquier operación siempre pueden existir complicaciones y riesgos asociados.
En el aumento mamario, la complicación más frecuente es la contractura capsular, que ocurre cuando la cicatriz interna que se forma alrededor del implante se contrae en exceso, haciendo que la mama se vuelva más dura. Puede ser tratada de diversas maneras, requiriendo en ocasiones extirpar dicha cicatriz interna, e incluso, recambiar la prótesis.
Otra complicación, propia de cualquier cirugía es el hematoma que sólo en casos concretos precisa de una nueva intervención para eliminar la sangre acumulada. Un pequeño porcentaje de mujeres puede tener una infección alrededor de la prótesis, normalmente en las primeras semanas después de la cirugía.
Algunas mujeres notan los pezones más o menos sensibles, e incluso, sin sensibilidad. Estos cambios suelen ser temporales, aunque en unos pocos casos serán permanentes. No existe evidencia de que las prótesis de mama afecten la fertilidad, el embarazo o la lactancia.
Es extraordinariamente infrecuente que las prótesis pueden romperse, haciendo que el contenido salga fuera de su cápsula. Cuando la prótesis está rellena de suero, el líquido se reabsorbe rápidamente sin producir ningún daño, disminuyendo la mama de volumen en unas horas. Si está rellena de silicona pueden pasar dos cosas: si la cápsula formada por el organismo no se rompe, no notará ningún cambio; si se ha roto, especialmente cuando ha sido sometida a mucha presión, la silicona sale disminuyendo el volumen de la mama.
Con ambos tipos de prótesis será necesario una nueva intervención para reemplazarla. No existe evidencia científica probada de que las prótesis provoquen cáncer de mama o enfermedades del tejido conectivo. La colocación de una prótesis no impide la realización de mamografías.
Todo procedimiento quirúrgico implica un cierto riesgo. Los riesgos posibles son los generales de toda intervención quirúrgica: infección, accidentes vasculares, cardíaco-respiratorios y renales, así como la posibilidad de cualquier complicación no controlable, incluso la muerte. Los riesgos potenciales propios de la intervención son:
·Hemorragia: Es posible aunque poco usual, experimentar un episodio de hemorragia o sangrado durante o después de la cirugía. Los hematomas pueden presentarse en cualquier momento tras cirugía o lesión en las mamas.
·Infección: La infección es infrecuente tras este tipo de intervención. Si ocurre, el tratamiento incluye una posible retirada del implante, antibióticos o cirugía
·Seroma: Puede ocurrir un acúmulo de líquido alrededor del implante que conlleve un aumento de tamaño de la mama Si esto ocurre (incidencia del 1%) se requiere tratamiento médico y punciones para extraer el líquido. En pacientes en las que el seroma aparece tras un tiempo después de la implantación, sin ser una complicación directa de la cirugía y tras un postoperatorio aparentemente normal, hay que valorar el solicitar un estudio específico de este seroma para descartar la presencia de un linfoma anaplásico de células grandes asociado a prótesis mamarias.
·Contractura capsular: El tejido cicatricial que se forma internamente alrededor del implante puede contraerse y hacer que la prótesis se haga redonda, firme y posiblemente La dureza excesiva de las mamas puede ocurrir al poco tiempo de la cirugía o al cabo de años. Aunque no se puede predecir si ocurrirá una contractura capsular sintomática, generalmente se da en menos del 7% de los pacientes El tratamiento para la contractura capsular puede requerir cirugía, cambio del implante o retirada del mismo.
·Ocasionalmente puede ocurrir cambios en la sensibilidad del pezón y la piel.
·Todas las cirugías dejan cicatrices, algunas más visibles que otras. Los fumadores tienen mayor riesgo de pérdida cutánea y de complicaciones en la cicatrización de la herida.
·Pueden existir pliegues en el implante visibles y palpables sobre todo en pacientes con poca cobertura o que con el paso del tiempo se produzca pérdida de tejido graso mamario.
·Deformidad dinámica ocasionalmente con los implantes debajo del músculo al hacer ciertos movimientos de los brazos, recuperando su forma una vez la paciente vuelve a relajarlos.
·Raramente puede producirse desplazamiento del Implante y rotación.
·No hay evidencia convincente de ningún peligro especial de las prótesis mamarias para la mujer embarazada o su hijo.
·Hasta la fecha, no hay evidencia científica de que las mujeres con implantes puedan padecer enfermedades del sistema inmunitario.
·Enfermedad de la mama: La literatura médica actual no demuestra un incremento en el riesgo de enfermedad mamaria o cáncer de mama en mujeres portadoras de prótesis mamarias por motivo estético o reconstructivo. La enfermedad mamaria puede aparecer independientemente de la presencia de prótesis.
·Cierta información aparecida en la literatura médica ha sugerido una posible asociación entre los implantes mamarios y la muy rara aparición de un trastorno linfoproliferativo denominado “Linfoma anaplásico de células grandes asociado a implantes de mama”. Es un tipo de linfoma No Hodkin de células T muy poco frecuente pero parece que puede haber una relación entre ser portadora de prótesis mamaria y este tipo de linfoma. El número de casos según datos del Instituto Nacional de Cáncer de USA aportados a la FDA, en EEUU es de 1 caso/500000 mujeres y año; este tumor en la mama es aún menor 3 casos/100 millones mujeres y año. Aun cuando científicamente pueda existir una relación entre prótesis de mama y linfoma anaplásico es muy baja.
Las prótesis mamarias son materiales utilizados para el implante de mamas. En la actualidad y gracias a las nuevas tecnologías, son de alta calidad y proporcionan gran seguridad en las pacientes. Pero ¿duran para toda la vida?
La respuesta es simple: No, pueden romperse aun siendo estas de gran calidad. Es la principal causa por la que se debe hacer una recambio de prótesis.
Un implante mamario es un producto que como cualquier otro material puede deteriorarse con el paso del tiempo y requerir una nueva intervención quirúrgica. El hecho de ser portadora de un implante mamario, implica que debe someterse a controles de dicho implante para detectar eficazmente cualquier circunstancia anómala.
Una prótesis mamarias puede sufrir una contractura de la cápsula generada por el cuerpo, y generar deformidad y dolor. Pueden infectarse, extruirse, romperse e incluso de forma excepcional, relacionarse con enfermedades.
El paso de los años causan cambios estéticos en la mama operada, los resultados no duran toda la vida, estos se agravan con a la atrofia de tejido glandular o el aumento mamario, las variaciones de peso, etc, visualización de pliegues de las prótesis o reepling por insuficiencia de cobertura, la ptosis prótesica o glandular, el capsulamiento, estos cambios supondrán una cirugía nueva.